Consiste en un material similar al que se utiliza para los empastes, que se coloca en las zonas mas retentivas de aquellos dientes que son mas susceptibles de desarrollar caries y retener comida. El sellador evita la acumulación de bacterias en los surcos del diente y que aparezcan caries.

Ante una situación así hay que realizar una pequeña radiografía para ver si el diente está dañado por dentro, y en caso de rotura de una parte del diente, procederemos a arreglarlo como si fuera su diente natural.

Cuando somos niños desarrollamos muchos hábitos relacionados con el chupete, succión del dedo o comernos las uñas. Por ello es importante desde el principio educar correctamente a los pequeños para evitar que estos hábitos adquiridos se traduzcan en problemas en los dientes.

Se trata de un tipo de caries que afecta a los niños lactantes y de corta edad. Es la afección mas corriente en niños menores de un año. Se produce por la exposición prolongada de los dientes a alimentos que contienen muchos azúcares como papillas y zumos. Endulzar el chupete o abusar del biberón puede ser también causa de este tipo de caries.

La necesidad de tratamiento de ortodoncia puede verse en muchas ocasiones desde muy corta edad; además en determinadas patologías el factor tiempo es clave y cuando antes se comience con los aparatos, mejor resultado tendremos al finalizar el caso.

Las alteraciones como maxilar estrecho, mandíbula desplazada en exceso hacia delante o hacia atrás, deben ser detectadas pronto, y tratadas lo antes posible.

Consiste en eliminar la pulpa de aquellos dientes de leche que han sufrido una caries de gran tamaño o un fuerte traumatismo. El resto del nervio a la altura de las raíces que no se ha afectado por la infección, lo dejamos intacto, y sólo requerirá revisiones periódicas para comprobar una evolución correcta.