La periodoncia es una rama de la odontología que trata las enfermedades de las encías y del hueso que sostiene los dientes.
Hay dos grandes grupos de enfermedades periodontales: las gingivitis y las periodontitis.
La causa principal de la enfermedad periodontal son las bacterias que habitan en la boca y que se depositan en los dientes y encías. Cuando el número de estas bacterias aumenta en exceso, se pueden producir lesiones en los tejidos.
Hay factores agravantes como el tabaco y algunas enfermedades, como la diabetes, entre otros.
El síntoma más frecuente de la enfermedad periodontal es el enrojecimiento de encías así como el sangrado espontáneo o con el cepillado. También hay otros síntomas como mal olor o mal sabor de boca, la sensibilidad de los dientes al frío y al calor, cambios en la posición original de los dientes, dientes más alargadas, dolor o, incluso, movimiento de los dientes.
Tratamiento de las enfermedades periodontales
Primero se debe realizar un examen cuidadoso y establecer la situación actual de enfermedad y su progreso de forma individualizada.
La gingivitis se trata realizando una remoción de la placa subyacente bajo la encía mediante aparatos ultrasónicos y manuales.
La periodontitis requiere de un examen minucioso, realizando un periodontograma (medición individualizada de la situación de la inserción periodontal de cada diente) y una serie radiográfica periapical. Una vez establecido el alcance de la patología el tratamiento puede consistir solo en una remoción mecánica de la placa y el cálculo con anestesia local en las localizaciones afectadas, o realizar el mismo proceso en varios días distribuyéndolo por sectores de la boca si la afectación es muy severa. En este caso el tratamiento se denomina Raspado y alisado radicular (raspajes).
Se procederá a la reevaluación del paciente a las 6 u 8 semanas para establecer como ha respondido ante el tratamiento inicial.